viernes, 25 de enero de 2013

El caso de Elena

Tal y como dice el caso, Elena tiene 18 meses y va a la escuela infantil desde los 12 meses. Su maestro Miguel esta muy preocupado porque la niña no dice ni una palabra lo cual es muy extraño ya que lo normal que los niños empiecen ha hablar o decir algunas palabras a final del primer año. Miguel piensa que tal vez, Elena, pueda padecer una deficiencia auditiva.

Entendemos por deficiencia auditiva la pérdida de audición, total o parcial, en un oido o en ambos. Así, podemos encontrar diversos tipos de deficiencia auditiva: hipoacusias leves, moderadas y graves y sordera o cofosis (no oye nada).

Algunos de los síntomas que presentan los niños y mediante los cuales podemos darnos cuenta que padecen deficiencia auditiva son: De 0 a 3 meses: Ante un sonido no hay respuesta refleja del tipo parpadeo, despertar, etc. Emite sonidos monocordes. De 3 a 6 meses: Se mantiene indiferente a los ruidos familiares. No se orienta hacia la voz de sus padres. No responde con emisiones a la voz humana. No emite sonidos

para llamar la atención. Debe intentar localizar ruidos. De 6 a 9 meses: No emite sílabas. No atiende a su nombre. No se orienta a sonidos familiares. De 9 a 12 meses: No reconoce cuando le nombran a sus padres. No entiende una negación. No responde a “dame” si no va acompañado del gesto con la mano.
De 12 a 18 meses: No señala objetos y personas familiares cuando se le nombran. No responde de forma distinta a sonidos diferentes. No nombra algunos objetos familiares. De 18 a 24 meses: No presta atención a los cuentos. No identifica las partes del cuerpo. No construye frases de dos sílabas. A los 3 años:  No se les entiende las palabras que dice. No contesta a preguntas sencillas. A los 4 años: No sabe contar lo que pasa. No es capaz de mantener una conversación sencilla.

En mi opinión, Miguel no debería hacer ninguna diferenciar a Elena con el resto de sus compañeros, ni cambiarla de clase. Lo más importante en estos niños es que respetes su tiempo de aprendizaje, no hay que presionarlos para que digan una palabra ni hacerles ningún desprecio, hay que tratarles con normalidad.

También es posible, en mi opinión, que como la que cuida de Elena el mayor tiempo es su abuela de 80 años no este lo suficiente motivada para hablar, ya que es posible que la abuela no le haga juegos y le enseñe palabras nuevas.

En conclusión, si Elena padece algún tipo de deficiencia auditiva lo que debe hacer Miguel es hablarle siempre a la cara, llamarla antes de hablar para que la niña preste toda su atención en él, pronunciar frases cortas, vocalizar bien y hablarle siempre despacio, pero porsupuesto sin hacer que la persona que padece la deficiencia auditiva, en este caso Elena parezca tonta. Vuelvo ha insistir que hay que tratarles con normalidad en la medida de lo posible.

3 comentarios:

  1. Hola!! me gusta mucho tu entrada, muy bien trabajada ya que también añades la definición de deficiencia auditiva, y algunas de sus causas-
    un bsoo

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  2. Hola Gema:) me ha gustado mucho porque has puesto mucha información y lo has explicado bien; y también que hay que tratarles con normalidad, tienes toda la razón :)

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  3. Hola Gema! queria decirte que tu entrada me ha gustado bastante ya que como dice Raquel empleas bastante información referente al tema de Elena, pero en el caso que dices que puede ser que Elena no este suficientemente motivada para hablar, por pasar mayor parte con la abuela, pienso que podría afectar algo pero creo que la mayor causa de esto es el problema que esta padece y la no intervención eficaz que tiene, ya que los padres al no pasar prácticamente nada de tiempo con ella no han podido detectar este problema antes.

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