miércoles, 20 de febrero de 2013

Caso Juan 2.


Juan tiene un año y medio de edad, y es su primer año de escuela infantil. Ana es su maestra y el resto de niños/as de la clase, que tienen la misma edad que Juan, han empezado a dar sus primeros pasos y algunos tienen una considerable autonomía, él apenas se pone de pie, ni siquiera ayudándose con un objeto o con tu ayuda.

La edad aproximada para que los niños empiecen ha andar es entre los 12 y los 18 meses. Los niños tendrían que andar a los 12-15 meses y sobre los 18 tener una cierta autonomía. 

Existen diversos factores influyentes en la conquista de este hito:
  • La genética. Si el padre y la madre echaron a andar pronto, lo más probable es que su hijo también lo haga. Y lo mismo en el caso contrario.
  • Haber nacido antes de tiempo. Los bebés prematuros llevan un ritmo de desarrollo algo más lento que los pequeños nacidos a término.
  • El físico. Es lógico que los niños gorditos tarden más en aprender, por la sencilla razón de que tienen que mover más kilos.
  • El carácter. Los peques temerosos se piensan mucho más que los lanzados si intentan andar o no.
  • El lugar que ocupan en la familia. Los niños que tienen hermanos mayores, empujados por su afán de ser como ellos, suelen soltarse antes que los primogénitos.


Ana tiene motivos para preocuparse ya que no es muy normal, por eso tendrá que llamar a sus padres y explicarles la situación y así poder informarse de como Juan se comporta en casa. Hay que explicarles: por una parte la diferencia del desarrollo del niño en comparación con los otros niños; también que cada niño tiene un tiempo de desarrollo y que hay niños que tardan en caminar, que como máximo un niño tendría que caminar a los 16 o 18 meses pero no más tarde. Y habría que aconsejarles que llevaran a Juan a un médico especialista para descartar que tuviera cualquier tipo de anomalía o enfermedad, debido a la tardanza de caminar y además no se pone de pie ni siquiera con ayuda... pues en condiciones normales a los 9 meses los niños ya se ponen de pie con ayuda.

También podríamos ofrecerles algún tipo de folleto que explique de forma breve el desarrollo normal de un niño a los 18 meses y posibles anomalías respecto al caminar de los bebes.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Caso Juan.

Juan tiene un año y medio de edad, y es su primer año de escuela infantil. Ana es su maestra y el resto de niños/as de la clase, que tienen la misma edad que Juan, han empezado a dar sus primeros pasos y algunos tienen una considerable autonomía, él apenas se pone de pie, ni siquiera ayudándose con un objeto o con tu ayuda.

La edad aproximada para que los niños empiecen ha andar es entre los 12 y los 18 meses. Los niños tendrían que andar a los 12-15 meses y sobre los 18 tener una cierta autonomía. 


Ana tiene motivos para preocuparse ya que no es muy normal, por eso tendrá que llamar a sus padres y explicarles la situación y así poder informarse de como Juan se comporta en casa. Hay que explicarles: por una parte la diferencia del desarrollo del niño en comparación con los otros niños; también que cada niño tiene un tiempo de desarrollo y que hay niños que tardan en caminar, que como máximo un niño tendría que caminar a los 16 o 18 meses pero no más tarde. Y habría que aconsejarles que llevaran a Juan a un médico especialista para descartar que tuviera cualquier tipo de anomalía o enfermedad, debido a la tardanza de caminar y además no se pone de pie ni siquiera con ayuda... pues en condiciones normales a los 9 meses los niños ya se ponen de pie con ayuda.

También podríamos ofrecerles algún tipo de folleto que explique de forma breve el desarrollo normal de un niño a los 18 meses y posibles anomalías respecto al caminar de los bebes. 


martes, 29 de enero de 2013

El caso Elena 2.


Tal y como dice el caso, Elena tiene 18 meses y va a la escuela infantil desde los 12 meses. Su maestro Miguel esta muy preocupado porque la niña no dice ni una palabra lo cual es muy extraño ya que lo normal que los niños empiecen ha hablar o decir algunas palabras a final del primer año. Miguel piensa que tal vez, Elena, pueda padecer una deficiencia auditiva.

Entendemos por deficiencia auditiva la pérdida de audición, total o parcial, en un oido o en ambos. Así, podemos encontrar diversos tipos de deficiencia auditiva: hipoacusias leves, moderadas y graves y sordera o cofosis (no oye nada).

Algunos de los síntomas que presentan los niños y mediante los cuales podemos darnos cuenta que padecen deficiencia auditiva son: De 0 a 3 meses: Ante un sonido no hay respuesta refleja del tipo parpadeo, despertar, etc. Emite sonidos monocordes. De 3 a 6 meses: Se mantiene indiferente a los ruidos familiares. No se orienta hacia la voz de sus padres. No responde con emisiones a la voz humana. No emite sonidos

para llamar la atención. Debe intentar localizar ruidos. De 6 a 9 meses: No emite sílabas. No atiende a su nombre. No se orienta a sonidos familiares. De 9 a 12 meses: No reconoce cuando le nombran a sus padres. No entiende una negación. No responde a “dame” si no va acompañado del gesto con la mano.
De 12 a 18 meses: No señala objetos y personas familiares cuando se le nombran. No responde de forma distinta a sonidos diferentes. No nombra algunos objetos familiares. De 18 a 24 meses: No presta atención a los cuentos. No identifica las partes del cuerpo. No construye frases de dos sílabas. A los 3 años:  No se les entiende las palabras que dice. No contesta a preguntas sencillas. A los 4 años: No sabe contar lo que pasa. No es capaz de mantener una conversación sencilla.

En mi opinión, Miguel no debería hacer ninguna diferenciar a Elena con el resto de sus compañeros, ni cambiarla de clase. Lo más importante en estos niños es que respetes su tiempo de aprendizaje, no hay que presionarlos para que digan una palabra ni hacerles ningún desprecio, hay que tratarles con normalidad.

También es posible, en mi opinión, que como la que cuida de Elena el mayor tiempo es su abuela de 80 años no este lo suficiente motivada para hablar, ya que es posible que la abuela no le haga juegos y le enseñe palabras nuevas. Pero también es la que más podra ayudar para poder diagnosticar si Elena tiene algun tipo de deficiencia auditiva. 

En conclusión, si Elena padece algún tipo de deficiencia auditiva lo que debe hacer Miguel es hablarle siempre a la cara, llamarla antes de hablar para que la niña preste toda su atención en él, pronunciar frases cortas, vocalizar bien y hablarle siempre despacio, pero porsupuesto sin hacer que la persona que padece la deficiencia auditiva, en este caso Elena parezca tonta. Vuelvo ha insistir que hay que tratarles con normalidad en la medida de lo posible.

viernes, 25 de enero de 2013

El caso de Elena

Tal y como dice el caso, Elena tiene 18 meses y va a la escuela infantil desde los 12 meses. Su maestro Miguel esta muy preocupado porque la niña no dice ni una palabra lo cual es muy extraño ya que lo normal que los niños empiecen ha hablar o decir algunas palabras a final del primer año. Miguel piensa que tal vez, Elena, pueda padecer una deficiencia auditiva.

Entendemos por deficiencia auditiva la pérdida de audición, total o parcial, en un oido o en ambos. Así, podemos encontrar diversos tipos de deficiencia auditiva: hipoacusias leves, moderadas y graves y sordera o cofosis (no oye nada).

Algunos de los síntomas que presentan los niños y mediante los cuales podemos darnos cuenta que padecen deficiencia auditiva son: De 0 a 3 meses: Ante un sonido no hay respuesta refleja del tipo parpadeo, despertar, etc. Emite sonidos monocordes. De 3 a 6 meses: Se mantiene indiferente a los ruidos familiares. No se orienta hacia la voz de sus padres. No responde con emisiones a la voz humana. No emite sonidos

para llamar la atención. Debe intentar localizar ruidos. De 6 a 9 meses: No emite sílabas. No atiende a su nombre. No se orienta a sonidos familiares. De 9 a 12 meses: No reconoce cuando le nombran a sus padres. No entiende una negación. No responde a “dame” si no va acompañado del gesto con la mano.
De 12 a 18 meses: No señala objetos y personas familiares cuando se le nombran. No responde de forma distinta a sonidos diferentes. No nombra algunos objetos familiares. De 18 a 24 meses: No presta atención a los cuentos. No identifica las partes del cuerpo. No construye frases de dos sílabas. A los 3 años:  No se les entiende las palabras que dice. No contesta a preguntas sencillas. A los 4 años: No sabe contar lo que pasa. No es capaz de mantener una conversación sencilla.

En mi opinión, Miguel no debería hacer ninguna diferenciar a Elena con el resto de sus compañeros, ni cambiarla de clase. Lo más importante en estos niños es que respetes su tiempo de aprendizaje, no hay que presionarlos para que digan una palabra ni hacerles ningún desprecio, hay que tratarles con normalidad.

También es posible, en mi opinión, que como la que cuida de Elena el mayor tiempo es su abuela de 80 años no este lo suficiente motivada para hablar, ya que es posible que la abuela no le haga juegos y le enseñe palabras nuevas.

En conclusión, si Elena padece algún tipo de deficiencia auditiva lo que debe hacer Miguel es hablarle siempre a la cara, llamarla antes de hablar para que la niña preste toda su atención en él, pronunciar frases cortas, vocalizar bien y hablarle siempre despacio, pero porsupuesto sin hacer que la persona que padece la deficiencia auditiva, en este caso Elena parezca tonta. Vuelvo ha insistir que hay que tratarles con normalidad en la medida de lo posible.